En un mundo post-SVB, ¿qué deberían hacer las empresas tecnológicas ahora para la banca?
El colapso de SVB y otros bancos que sirven a Silicon Valley ha sido impactante y rápido. ¿Cuáles son las implicaciones futuras? ¿Deberíamos preocuparnos por este sector vital?
La confianza en el sistema bancario puede ser difícil de reconstruir
También es probable que veamos una caída en la confianza en el sector bancario, particularmente en el segmento que atiende a las startups. Los VC y los inversores de capital privado ahora impulsarán sus nuevas empresas hacia bancos más grandes, que no son el mismo animal. Los grandes bancos suelen tener una clientela minorista diversificada y no están tan familiarizados con el mundo de las startups tecnológicas. Y la tecnología representa una pequeña porción de su negocio.
La mayoría de los grandes bancos estadounidenses tienen su sede en Nueva York. First Citizens Bank, que adquirió los activos restantes de SVB, es un banco regional de tamaño mediano con sede en Raleigh, Carolina del Norte. La costa este representa un mundo, y una cultura, lejos de la industria tecnológica de la costa oeste.
Aunque los grandes bancos tienen más capacidad de riesgo, tienden a imponer términos y condiciones más estrictos que los que sirven al sector de las startups. También son generalmente menos flexibles, insisten en garantías (no en tomar capital) y, por lo general, no brindan servicios gratuitos, como informes de valoración 409A complementarios. También es probable que sean más estrictos en el cumplimiento de los convenios de préstamo.
También podríamos ver un mayor endurecimiento de las regulaciones bancarias. Dos senadores de renombre (Elizabeth Warren y Katie Porter) están presionando por un nuevo proyecto de ley para derogar una ley de 2018 que revirtió la Ley Dodd-Frank que siguió a la crisis de 2008. Esto significaría mayores pruebas de estrés.
Mientras tanto, las nuevas empresas tecnológicas pueden seguir confiando en socios comerciales como empresas profesionales de servicios empresariales, auditores y abogados para obtener asesoramiento sobre planificación financiera, gestión de efectivo y riesgos, presupuestos y adaptación a los nuevos requisitos y regulaciones. Puede ser un camino más desafiante para las startups, pero aquellas que realizan la debida diligencia adecuada y se rodean de un alto nivel de experiencia financiera tendrán una ventaja significativa en un mundo sin bancos como SVB.